G.F.Y

¿Quién eres tu para criticar lo que digo o decido hacer?
¿Eres acaso algo más que una simple mujer que se jacta de saberlo todo?

Pude haber sido aquella mujer que preparara el desayuno a las seis y treinta antes de largarte a trabajar o tal vez aquella que jadeara en tu cuello como tantas veces lo planeaste.
Pero arrancaste de tu lado mis ganas.

Mis manías no son nada en comparación a las tuyas, a tu odio hacia los hombres, hacia lo que pudiera cambiar tu perspectiva, a tus temores de salir de la rutina y probar cosas nuevas.
¡Tengo mil defectos y tu tienes siete mil más!
Fuí segun tu, una mujer casi perfecta. Digo "casi" porque no lo soy, lo sé desde que tengo uso de razón. Pero lo que a tus ojos era mi imperfección era nada menos que la tuya.

Creías ver en mi lo que deseabas. No soy lo que crees ni deseas. Pero mi cuerpo fue tuyo más de una vez, fue pasional y lo entiendo ahora que al verte partir me duele el orgullo de ver que te dejé entrar en mi cuerpo con intensidad. Pero sonrío. ¿ Y sabes porqué? Porque JAMAS lograste entrar en mi corazon.

Burdas palabras brotaban de mi boca solo para permirte oír lo que querías.
Puedes marcharte y quedarte en ésta agonía de no saberte amada. En no saber descifrar el típico "qué hubiera sido si..."

Y no me arrepiento de nada. Menos de haber posado en ti por unas cuantas semanas, mi cuerpo agotado.
Pero si lamento que tus gustos hayan cambiado tanto.
Y que ahora prefieras mantener a una niña caprichosa, en vez de entretenerte al lado de una mujer completa. Y jugar con fuego en vez de muñecas.

Tienes la edad suficiente como para saber que deseas, pero estás perdida.
Perdida en tu pasado corrupto y depresivo.

¡Si carajo! Te lastimaron, tambien a mi. ¿Y qué?
¿Acaso jamas superarás errores pasados y seguirás tomandolos como base para destruir al resto?

No te debo nada, mucho menos tu a mi.
Aunque el sexo fue levemente bueno, me quedo con el mejor recuerdo de todos.
Tus lagrimas al oir de manera directa y fría, "No... Lo siento, no te amo"

Puedo ser la mas vil de las enemigas. O la mas ferviente e intensa amante.

Tomaste la decisión y yo solo me hago a un lado.

Pocas flores, pocos detalles, mínimos orgasmos... Hasta ahora me pregunto ¿Qué demonios hacía perdiendo el tiempo contigo?

Lo esencial está en mi.
Y en ti solo queda la frustración de saber que la mujer ideal estaba en mi, pero no tuviste ni tendrás la capacidad de ser complice mía y poder descubrir lo que escondo bajo la piel.

¡Gracias! Porque después de ti puedo darme por servida, aprendí el lado oscuro de apostar sin libertad.

Y admito que a partir de este instante la puerta está cerrada y el pase ULTRA VIP, no lo obtendrás tu.